La información cobra cada día un papel más protagónico en la toma de decisiones oportunas en la sostenibilidad de los negocios. Conocer qué sucede con cada una de las variables de gestión en el menor tiempo posible es fundamental para hacer frente a cualquier contingencia que pueda presentarse en una empresa. Si bien esto aplica para el sector salud—como para cualquier otro sector económico—, el que las necesidades de la población crezcan mientras los recursos se vuelvan cada vez más insuficientes, hace apremiante tomar cartas en el asunto.

A pesar del avance que han tenido las coberturas del aseguramiento en salud y el acceso a estos servicios en Colombia, todavía queda un largo camino por recorrer para mejorar la eficiencia del sistema; no solo desde la equidad en el acceso a los servicios de salud, sino desde la racionalidad en las actividades que realizan los diferentes actores, y la percepción que tienen los ciudadanos frente al ofrecimiento que hacen las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB)—Aseguradoras, EPS, ARL, y Empresas de Medicina Prepagada.

El primer paso hacia una inversión en salud óptima, recae de manera fundamental en la recolección, procesamiento y análisis de la información que día a día acumulan los diferentes actores del sistema de atención en salud o, dicho de otro modo, en el análisis de la Big Data proveniente de esta interacción.

Para las Administradoras de Riesgos Laborales, este tipo de análisis y control resulta determinante, teniendo en cuenta que la prestación asistencial es el eje fundamental de la sostenibilidad del negocio, dado que:

  • La inversión en salud en estas organizaciones no va atada al ingreso base de cotización—que incide en la prima recaudada por cada trabajador—como sí lo están las incapacidades temporales, incapacidad permanente parcial, invalidez y sobrevivencia; cobrando mayor importancia el control de la prestación asistencial.
  • Las frecuencias de usos de las actividades médico-asistenciales y la oportunidad en la rehabilitación del siniestro, estimulan modelos de contratación por evento que, acompañadas del hecho de no existir planes de beneficios definidos como ocurre en las EPS, le exigen al asegurador mayor esfuerzo en el control y seguimiento de los siniestros.
  • El controlar la reserva asistencial—cálculo de cuánto costaría el siniestro hasta su cierre y/o la atención de secuelas de carácter vitalicio—ajustada a la necesidad de cada evento, se vuelve un imperativo, razón por la cual se debe conocer con detalle y precisión el comportamiento histórico de los siniestros.

A partir del estudio de los eventos en cada región de Colombia, los siniestros con características similares, los servicios donde se concentra el gasto, el comparativo entre redes integrales de IPS, y la normatividad vigente; es posible establecer indicadores de medición que permitan detectar las principales fuentes de ineficiencia del sector.

administradoras de riesgos laborales y big data

Identificando cómo se ha comportado la atención de grupo similares de siniestros, qué actividades y con qué frecuencia de uso se han brindado, y qué conglomerados de prestadores lo han hecho de manera eficiente; se puede planear la atención de siniestros con características homogéneas, no solo en servicios y cantidad por región colombiana, si no estimando el valor de la inversión necesaria para lograr su mejoría médica máxima.

Este análisis retrospectivo es la base para predecir el comportamiento prospectivo y ejercer mayor control.

La administración de los millones de datos que llegan con las cuentas médicas, no supone hoy día mayor problema, pues plataformas tecnológicas como Activa, analizan estas enormes bases de información, ordenan y estructuran toda la data como pilar fundamental, y la presentan en tableros que permiten su fácil lectura e interpretación por parte de los usuarios. Incluso generan alertas paramétricas que priorizan las acciones a implementar y que impactan las variables que componen el costo médico en una Empresa Administradora de Planes de Beneficios (EAPB).

Big Data es el término que, en esta era de la información, describe el gran volumen de datos—estructurados y no estructurados—que inundan los negocios cada día. Su importancia realmente no reside en el volumen de los datos, sino en lo que las organizaciones hacen con ellos, pues permiten un análisis profundo conducente a decisiones y movimientos estratégicos.

La existencia de plataformas sólidas que integran los diferentes sistemas de información que intervienen durante todos los procesos para la administración del aseguramiento, que permiten la interoperabilidad de todos los actores unificando la información de cada proveedor en un lenguaje común, y que facilitan la trazabilidad de la data para saber en todo momento qué está ocurriendo con la prestación asistencial; aseguran la transparencia y confiabilidad de los datos y por ende la toma de decisiones confiables.

Es gracias al análisis de la Big Data que se pueden impulsar estrategias efectivas para cada contexto, tomar decisiones oportunas, simplificar procesos, automatizar la emisión de autorizaciones, controlar de manera más estricta el gasto, mejorar la estimación, ajustes y liberación de las reservas en la prestación asistencial, y beneficiar la percepción del servicio en los pacientes: optimizando la inversión en salud en las ARL, e impulsando al sistema de salud colombiano hacia un modelo más eficiente.