La gestión del riesgo en salud se ha convertido en una estrategia transversal de la política de atención integral en salud. Se ha definido como la capacidad de anticiparse a los eventos de interés de salud pública, las enfermedades y los traumatismos para que no se presenten o si se tienen, su evolución y consecuencias sean lo menos severas posible. Esto implica la identificación, valoración y evaluación sistemática de los factores de riesgo.

El objetivo principal de la gestión del riesgo en salud es aumentar el tiempo libre de enfermedades y, en caso de que aparezcan, diagnosticarlas oportunamente para mantener la calidad de vida y bienestar de las personas. Adicionalmente, se busca la reducción de secuelas y optimizar la inversión realizada por los sistemas de salud en el tratamiento de enfermedades y sus consecuencias, apoyando así la sostenibilidad financiera de los mismos.

Una de las metas que tienen las instituciones que operan la gestión del riesgo en salud es identificarlos de manera oportuna e individual, intervenirlos y monitorearlos para medir su impacto en términos de resultados, avanzando dinámicamente en un proceso de mejoramiento continuo.

Retos de la Gestión del Riesgo en Salud

La gestión del riesgo en salud se ha convertido en una estrategia transversal de la política de atención integral en salud. Con la propuesta de reforma a nuestro sistema actual, se ha establecido como uno de los pilares fundamentales de su transformación, por lo cual resulta pertinente hablar de los retos que se deben afrontar para alcanzar dicho objetivo.

La variabilidad de la población colombiana, necesariamente nos deja un primer reto: Organizar la población en grupos similares de intervención para diseñar e implementar estrategias y tácticas masivas que aseguren los resultados esperados. Los riesgos son generados por múltiples factores que pueden tomar años en configurarse, por ejemplo:

  • El ciclo vital por donde se encuentre transitando cada individuo
  • Carga genética
  • Acceso a servicios públicos básicos
  • Estrato socioeconómico
  • Georreferenciación 
  • Hábitos de alimentación y consumo de bebidas alcohólicas
  • Sedentarismo
  • y aparición de enfermedades, entre otros. 

Para establecer medidas poblacionales efectivas que mitiguen los riesgos, se debe conocer la distribución de estos factores. En este sentido, las personas que comparten ciertas características y condiciones comunes de exposición pueden ser distribuidas en grupos de riesgo, que deben ser abordados de forma integral para que dicha disposición a múltiples factores se pueda controlar.

Un segundo reto que debemos abordar es mantener actualizados los datos de contactos de la población para monitorear oportunamente el cumplimiento de las actividades propuestas en salud, tomar acciones correctivas cuando se presenten desviaciones y adherirlos a los diferentes programas de atención.

Finalmente un tercer reto identificado es conservar la trazabilidad de la atención en salud y sus resultados. La forma como transitan los individuos en la red de prestadores, muchas veces fragmentada por la suficiencia disponible en cada región y continuidad de los prestadores que contratan las Entidades Administradoras de Planes de Beneficio (EAPB), así como la falta de interoperabilidad de diferentes sistemas de información donde reposan las actividades de salud, impide se tenga información en línea, actualizada y consistente para la toma de decisiones.

Ventajas de la Correcta Gestión del Riesgo en Salud 

La carga de enfermedad en la población colombiana se ha incrementado considerablemente, especialmente en las que pertenecen al Grupo II, referente a las enfermedades crónicas. Enfermedades cardiovasculares, neoplasias, enfermedades pulmonares obstructivas crónica y diabetes encabezan el listado, todas ellas prevenibles a través de una correcta gestión del riesgo en salud.

Actualmente, 3 de cada 100 colombianos padecen diabetes mellitus, lo que la convierte en la quinta causa de años de vida ajustados por discapacidad en el país. Esta enfermedad puede causar ceguera, amputaciones de miembros inferiores, daños en los riñones y corazón. Cada año, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) del régimen contributivo invierten más de 600.000 millones de pesos en la atención de personas con diabetes, quienes reciben cerca de 22 millones de pesos en atención y medicamentos.

Las Entidades Administradoras de Planes de Beneficio (EAPB) son las directas responsables de gestionar los riesgos en salud de su población afiliada. Más allá del cumplimiento de la normatividad vigente, se convierte en una estrategia que beneficia integralmente la calidad de vida de los individuos y apoya la gestión de los riesgos financiero del SGSSS.

El éxito de la estrategia se mide a través de los años de vida libre de enfermedad, perdidos por discapacidad,  perdidos por muerte prematura y los recursos que se invierten para atender la carga de enfermedad cuando aparecen. Hoy las IPS primarias de la red de prestadores son las encargadas de identificar los riesgos, planear las actividades en salud para gestionarlos, monitorear el diagnóstico oportuno y atención de la enfermedad hasta su competencia y oferta de servicios, así como remitir a los niveles de complejidad más especializados cuando el paciente lo amerite.

Las EAPB deben evaluar la gestión de sus IPS primarias de manera sistemática y mantener la integración con otros actores de la red para poder hacer un seguimiento a su población y asegurar los resultados propuestos. Basicamente, el cómo estas entidades realizan esta función, es la base para asegurar la efectividad de la gestión del riesgo en salud. 

Una Solución Eficiente para Optimizar la Gestión del Riesgo

Somos aliados de las EAPB para monitorear la suficiencia de la red y evaluar la gestión de sus IPS primarias. Participamos en la elaboración del plan de intervención para grupos similares de atención, facilitamos tramites administrativos para su cumplimiento y seguimiento (autorización, agendamiento) recolectamos y organizamos la información para procesarla a  través de indicadores KPIs y OKRs que permitan monitorear el impacto del programa.

El contacto permanente, la gestión de interconsultas, exámenes de laboratorios y su monitoreo, así como la toma de medicamentos en sus dosis y tiempos adecuados apoyan los resultados de la gestión del riesgo en salud. Es indispensable conocer a profundidad la población desde el primer contacto, identificando preferencia en canales de relacionamiento, horarios, segundos acudientes, expectativas, sitios cercanos de acceso a servicios de salud, fomentando una cultura de cercanía con cada individuo y su núcleo familiar.

A lo largo de los últimos 7 años hemos gestionado más de 100.000 pacientes en diferentes cohortes de programas especiales, adhiriéndolos, educándolos, orientándolos y acompañándolos en toda la gestión medico asistencial, aunado a la recolección de data con calidad y oportunidad que permite la toma de decisiones, optimiza la inversión en salud e incrementa la satisfacción de los usuarios de nuestro programa.